Papachamita Libios


La educación artesanal

– ¿Príncipe, con que “c” va? – Me preguntó con 7 años mi pequeño cronopio, mientras hacía a desgano la tarea en plena cuarentena.

– Con la c de culo. – Le respondí, y los dos nos reímos a carcajada limpia, disfrutando ese momento único de comunicación íntima, pícara y compinche.

Este libro no es un libro más… Fue producido mientras nos acomodábamos y nos revinculábamos desde otro lugar, el de papá separado. No fue fácil el proceso en los primeros tiempos, tuve un padre bastante ausente y me paralizaba el miedo al pensar en el solo hecho de repetir la historia. Paternar es algo que siempre consideré que iba a ser maravilloso, y me costaba horrores pensarme en ser un papá de fin de semana. Los cambios son continuos, constantes y a veces parece que corremos a destiempo. Pero la paternidad se disfruta mucho, porque se comparte mucho.

Este libro no es un libro más, a mi me ayudó a revincularme con mi pequeño cronopio en tiempos que no fueron fáciles, y creo que esa sensibilidad compartida está plasmada en la mayoría de las páginas. Quienes aprecien los detalles sabrán comprender lo que les digo. Creo, además, que este libro dice mucho de quien soy y de la persona que siempre quise ser… Ojalá disfruten de la lectura, así como nosotros disfrutamos del proceso de creación.

Para mí, este no es un libro más… No tengo muchas cosas en claro, no tengo casi ninguna certeza a mano. Lo que sí les puedo asegurar, es que la palabra Príncipe se escribe con la “c” de culo y el arte, muchas veces, nos permite compartir sensibilidades maravillosas.

(Gracias Diana, muchas gracias!)