NATURALEZA HUMANA – Fernanda Sandez


Silencios y fumigaciones en el sistema productivo



Fernanda Sandez es periodista y licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Es autora del libro La Argentina fumigada. – www.facebook.com/fernanda.sandez.3


Lo que pasa en relación al silencio en los pueblos fumigados es que es justamente los lugares donde es más difícil hablar, porque denunciar las fumigaciones y el envenenamiento al que es sometida la población implica pelearse con vecinos, no con gente desconocida. Implica discutir con el dueño del campo, implica discutir con la persona que quizás prestó el lugar para que se construya una escuela, implica discutir con el hombre que le está dando empleo al propio marido. Y termina siendo un mecanismo que contribuye y sustenta la permanencia en el silencio de una verdadera tragedia sanitaria de enorme alcance y escala.

Pero también y en relación con esto, hay otra forma de silencio que ya no se da tanto en los pueblos, sino en las ciudades en las que vivimos todos nosotros, porque a menudo no estamos demasiado al tanto, salvo por alguna nota periodística que se da cada cierto tiempo, sobre la cantidad de agroquímicos que estamos llevando a nuestra mesa cotidianamente. Por ejemplo, yo desde hace tiempo no le doy de comer a mi hijo frutillas, justamente desde que supe por un informe del SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) la cantidad de pesticidas que contienen estas frutas. Pero no son sólo las frutas. Son las frutas, son las verduras, son las verduras de hoja.

Lo peor de todo es que es el mismo organismo oficial de control, el SENASA, el que reconoce que en más de una oportunidad las muestras tomadas de los mercados concentradores están excedidas en pesticidas, o bien directamente se detectan en distintas frutas y verduras biocidas que no están autorizados para el uso. Incluso sustancias que están discontinuadas, no solamente en el exterior sino también aquí en Argentina. Así estamos, comiendo veneno, entre el silencio de la ciudad y el silencio de los pueblos.