NATURALEZA HUMANA – Gabriela Massuh


El extractivismo urbano y los negocios inmbiliarios



Gabriela Massuh es escritora, editora, periodista en temas culturales. Dirigió el departamento de cultura del Instituto Goethe de Buenos Aires durante más de dos décadas. Es autora de varios libros de ensayo, novelas y biografías, entre ellos El robo de Buenos Aires; La interperie; Desmonte; etc. – https://twitter.com/massuhg


El extractivismo urbano es tomar tierra pública y hacer de esa tierra pública un negocio. Es aprovechar las plazas para poner bares. Un ejemplo es taponar la cuenca baja del Río Luján con esos countries o con esas viviendas rurales para la gente rica, o no para la gente tampoco rica. Es privatizar los terrenos que fueron del ferrocarril y convertirlos también en pasto de negocio inmobiliario cuando no tenemos plazas. Es privatizar o, digamos, aprovechar el predio del Tiro Federal para hacer también edificios y shoppings. Es aprovechar el predio del ferrocarril de Caballito, hace diez años que están luchando en contra de que se ponga un shopping. Es haber querido poner un shopping en Plaza Clemente. En todos los lugares de tierras públicas, que pueden haber sido plazas, colegios, clubes, esparcimiento y sobre todo verde, Buenos Aires no tiene verde, eso es extractivismo urbano. Extractivismo urbano es tener el 2,5% de metro cuadrado por habitante cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda 14 metros cuadrados de verde por habitante.


Eso es extractivismo urbano: usurparnos las tierras públicas para convertirlas en negocio. Respecto de tu pregunta sobre cómo se relaciona el extractivismo urbano con la concentración de la población, te voy a dar un dato que es muy paradójico: la cantidad de habitantes en la ciudad de Buenos Aires es la misma que en 1946. El último censo que es el censo de 2010, dio que somos la misma cantidad de gente viviendo. ¿Qué pasa entonces? ¿Por qué se construye tanto? ¿Por qué parece que fuéramos no tres millones sino diez millones los que vivimos dentro de la capital? Porque se estimula nada más que la inversión inmobiliaria. En los nuevos edificios no vive necesariamente gente. En los nuevos edificios hay inversiones y hay departamentos vacíos. Ahora, ¿por qué parece que hay muchos millones más de los que somos? Aumentó en diez años un 500% la población en villas y la gente que vivía dentro de la ciudad en casas o en departamentos más amplios, se fue a vivir a los countries. O sea, que se generó así un doble infierno. Primero el infierno de la gente que viene a la ciudad para trabajar y vive en esos paraísos seudo-campestres, que son los countries, y que inundan la ciudad de autos, una ciudad que no tiene estacionamiento, que si hace estacionamientos los hace encima de las plazas, no debajo de las plazas. Y el otro infierno es lo que pasó con los countries, que los countries están asentados, en lo que antes era el cordón verde; cordón verde que nos proveía de fruta y verdura barata, y que estaban asentados sobre los humedales; humedales son una especie de pantanos que regulan la entrada de la lluvia, la entrada de agua y sirven como freno. Esos humedales están ahora plastificados con lagos artificiales para hacer regatas, y además están como impermeabilizados para que se puedan asentar allí viviendas. Esto es un absoluto despropósito porque pone en jaque todas las inundaciones que sufrimos y las inundaciones que todavía vamos a sufrir. Y eso también es parte del gran negocio inmobiliario.