NATURALEZA HUMANA – Horacio Machado Aráoz


Naturaleza, Desarrollo y Modernidad



Investigador del CONICET, docente de la Universidad Nacional de Catamarca, forma parte del colectivo Sumak kawsay, movimiento que nació en Catamarca en contra de la mega-minería a cielo abierto, y nos ha llevado a reflexionar sobre la crisis ecológica y la crisis civilizatoria. – www.facebook.com/ColectivoSumakKawsay


Para entender lo que nos está pasando es necesario tener una mirada crítica sobre eso que se nos vende como Desarrollo. La idea de desarrollo en la que está construida toda la política moderna, sea de derecha o izquierda, está basada en la premisa de que el ser
humano no es parte de la naturaleza. Sino que el desarrollo de las sociedades, independientemente después si se reparte o no los beneficios de ese desarrollo, se logra a expensas de la explotación de la naturaleza. Y esta es una idea que antes que los filósofos la sistematizaran y la instituyeran como base de la ciencia hegemónica occidental, es una idea que se ha hecho primero una práctica histórica, que tiene que ver cómo la invasión de los “europeos” (entre comillas porque en 1492 todavía no existía Europa como tal) como Colón, Pizarro, Cortés construyeron una pragmática de relacionamiento con la tierra y la biosfera, en términos de dominio y explotación. Y han hecho de América una zona de saqueo. Hace cinco siglos que los territorios coloniales son zonas de sacrificio, zonas de saqueo para el abastecimiento de las zonas donde se concentra la industrialización, el consumo elitista, etc.
Entonces el concepto de desarrollo tiene por lo menos dos problemas, por un lado implica una práctica de devastación del sistema de vida, porque cuando hablamos de la tierra, estamos hablando del sistema de vida del que somos parte. Por otro lado el concepto hace
una promesa políticamente incumplible, porque dice que todos vamos a llegar a alcanzarlo. Y la verdad es que la idea de desarrollo tal como es practicada conduce a un régimen oligárquico. Oligarquía quiere decir poder de pocos, las posibilidades de pocos, es decir, los beneficios del desarrollo son para muy pocos a costa de la negación de la vida de grandes mayorías de seres humanos y no humanos. La modernidad, nace pensando a todos los otros pueblos y a todas las otras culturas como primitivas y atrasadas en la historia. La modernidad es casi indisociable de la configuración de las instituciones modernas, o sea el capitalismo, el estado nación y la ciencia hegemónica. La modernidad piensa el estado, el capital, la ciencia como los instrumentos de dominación y de control, tanto sobre las sociedades como sobre la naturaleza. Y se pensó sobre todo, como un momento de la evolución de la especie humana donde se llegaba a la cumbre, a la cima, pensando que todos los pueblos tenían que hacer el mismo camino para llegar a esa cumbre. Y todos los que no llegaban eran o atrasados o primitivos, o subdesarrollados, o no eran propiamente modernos. Esa idea de modernidad instituye básicamente una ideología del darwinismo social, en el sentido de que la gente que ha conquistado a través de la violencia los privilegios de elite, se piensa que ellos viven esos privilegios porque es el fruto de sus propios méritos, de sus propias capacidades. Entonces hecha un manto de sombras, sobre todo en la historia saqueos, de devastación y de destrucción sobre los pueblos de África, América Latina, Asia, pero también dentro de la misma Europa donde hubo mucho de este proceso, porque justamente la modernidad comienza destruyendo el mundo campesino.