NATURALEZA HUMANA – Bruno Nápoli


El negocio de la deuda externa y las consecuencias sociales



Bruno Nápoli es escritor, historiador, ensayista e investigador de Historia reciente y delitos económicos. – www.facebook.com/lachispa.bayer


El problema de la deuda externa es que es el gran negocio de las finanzas internacionales. El negocio de cualquier organismo internacional como el Banco Mundial, el Fondo Monetario, el Club de Paris, u otros organismos de crédito, es que vos nunca le devuelvas la plata. Es decir, que vos pidas prestado, que llegues al límite de no poder pagar y que pidas un nuevo préstamo para pagar lo anterior. Ese es el negocio y eso es algo que ha marcado la historia económica de Argentina de los últimos 60 años.

Argentina ingresa en el Fondo Monetario Internacional, en el año 1956 por un decreto del dictador Aramburu. Y a partir de ahí se comienza a pedir créditos internacionales, (algo que el peronismo se había negado sistemáticamente hasta el año 55) y nunca más dejó de pedir créditos y préstamos con condiciones muy adversas para la Argentina. Cuando vos pedís préstamos al Fondo Monetario Internacional o a cualquier otro organismo, los habilitás a revisarte tus cuentas, a ingresar a auditarte. Y encima no tenés acceso a la información completa. De hecho hoy tenemos un grave problema en la Argentina, luego de 60 años de endeudamiento sistemático de todos los estados, sea gobiernos militares o gobiernos de civiles. Y ese gran problema es que no tenemos una deuda auditada y no tenemos una lista de acreedores. Es decir, no sabemos a quién le debemos. Hay muchísimos negocios de auto-préstamos que se denunciaron durante los últimos 35, 40 años en la Argentina. Alejandro Olmos es un referente en las denuncias por deuda legítima e ilegítima, para pedir la investigación de esa deuda y todavía no tenemos una lista de acreedores para saber realmente a quién le debemos.

Este endeudamiento fue acompañado de sanciones de leyes que fueron beneficiando sistemáticamente la valorización financiera de la economía. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que el dinero que podía invertirse en cuestiones productivas, pasó a invertirse en cuestiones especulativas. Convenía más y sigue conviniendo más hoy en día, poner el dinero en un banco y ganar con los intereses, que invertirlo en un emprendimiento productivo para dar trabajo, para dar consumo, para hacer crecer el mercado interno… esto se llama valorización financiera. Es decir, que sea más importante lo financiero que lo productivo.

Y Argentina carga con una legislación, heredada de la dictadura de la desaparición de personas, que marca el ritmo de la economía financiera. Que es la Ley de Entidades Financieras, que fue sancionada hace 40 años, en febrero de 1977. Esta ley tuvo como objetivo concentrar el capital financiero en muy pocas manos. Así se pasó de 800 entidades financieras que había hace 40 años al día de hoy que hay 78. Y tenemos el doble de población y el doble de cuentas e instrumentos financieros manejados por los bancos. Tenés unas 80 o 100 millones de cuentas abiertas en la Argentina que manejan 78 personas, nada más. Esto es producto de la Ley de Entidades Financieras.

Hay que entender que la concentración financiera fue habilitada legalmente. La Ley de Entidades Financieras es la que rige actualmente todos los movimientos de dinero en entidades bancarias y no bancarias, es decir, desde una financiera a una casa de cambio, hasta un banco nacional, provincial o un banco privado o público, todo se rige por la misma ley. Una ley sancionada en el año 1977 por Videla y por Martínez de Hoz. Otra ley que contribuye a esta ley, a la financiarización de la economía, es la Ley de Inversiones Extranjeras. Una ley que es anterior, es de agosto de 1976. Es la ley que le permite a los capitales extranjeros ingresar al país, generar utilidades millonarias y llevárselas al exterior casi sin pagar impuestos. Esta ley se aprobó en la dictadura de la desaparición de personas, fue modificada durante el gobierno de Carlos Menem, pero cuando uno va al articulado de la ley se da cuenta que es la misma ley con otro orden de los artículos. El espíritu es el mismo. La ley de Menem de inversiones extranjeras, es la misma ley de Martínez de Hoz de agosto de 1976. Con lo cuál sigue vigente, por eso decimos que el espíritu de esa ley, de permitirle a los capitales extranjeros ingresar al país, generar utilidades y llevárselas al exterior casi sin pagar impuestos, es una ley que ya tiene 40 años en su reglamentación, que fue modificada en 1993, pero sigue vigente. Hay un punto central, respecto de la deuda, y respecto de las deudas, que las deudas se sostienen con el trabajo cotidiano de cada uno de los argentinos y argentinas, se extraen de las horas hombre, de los salarios, de los impuestos que pagamos. Gran parte de lo que producimos cotidianamente los argentinos va para el pago de los intereses de deuda, ni siquiera para el capital, sino solo para los intereses, porque la deuda es tan grande, que no se llegan a pagar los
capitales, sino solo los intereses. Argentina paga hoy día, 50 millones de pesos por hora de intereses de deuda. Solo por el endeudamiento de los últimos años. Es decir, que hay una fuerte impronta sobre los cuerpos que los obliga a trabajar constantemente para producir dinero para que el Estado siga pagando deuda, por los ingresos que le perdona a los grandes inversores extranjeros que les permite fugar dinero, la fuga de capitales es enorme. O los productores y terratenientes, que todo lo que cobran en dólares, por resolución en el Boletín Oficial de fines de 2017, ya no tienen la obligación de traer los ingresos a la Argentina. Es decir, que los productores y los dueños de la tierra, que venden sus productos en el exterior y los cobran en dólares, pueden dejarlos de por vida ahí, en el exterior.

Cuando vos desfinanciás el Estado de esa manera, no te queda otra que pedir deuda. Y esa deuda encima, no la invertís en bienes de capitales, para capitalizarte y generar productos, generar tu economía, sino que la invertís para pagar más deuda, la deuda anterior, no te queda salida, te vas desfinanciando y eso obliga a los cuerpos a mayor trabajo, a mayor explotación. Por eso las reformas laborales que están pidiendo ahora, porque quieren flexibilizar más aún el trabajo, porque quieren extraer más dinero de nosotros para pagar esta deuda. Los últimos 60 años de la Argentina, están marcados por un diálogo muy fuerte. Cada vez que salía una ley económica que benefició al sistema financiero, salió una ley represiva del Estado. Y eso muestra en los últimos 60 años, que la desaparición y la deuda van de la mano. Cada vez que hubo conflicto con el capital financiero, hubo grandes represiones, hubo decenas de asesinados, miles de presos políticos y la desaparición forzada de personas que se transformó en el resultado inevitable de cada conflicto económico. Como el conflicto de 2017 de tierras en el sur, que terminó con la desaparición forzada seguida de muerte.