NATURALEZA HUMANA – Claudia Korol


Cuerpos y territorios, a pesar del extractivismo



Claudia Korol es periodista, escritora, activista feminista y educadora popular. Autora de varios libros e integrante del colectivo de educación popular Pañuelos en Rebeldía. Conduce junto a Liliana Daunes el programa radial Espejos Todavía por FM La Tribu. – http://espejostodavia.blogspot.com


El territorio es un espacio donde se construye vida, donde se recrea la vida cotidianamente y para las mujeres el cuerpo es el primer territorio, que defendemos, que cuidamos y en donde también estamos recreando cotidianamente la vida. En las políticas de los conquistadores de ayer y de hoy, de los colonizadores de ayer y de hoy, se han devastado los territorios, se han invadido los cuerpos de las mujeres y se lo sigue haciendo. Por eso cuando decimos que defendemos nuestro cuerpo/territorio estamos diciendo también: no a la violencia, no a la explotación sexual, no a todas las formas de destrucción de nuestras vidas. Si pensamos en las luchas de Latinoamérica, del Abya Yala, en nuestro continente nos encontramos con que históricamente desde la conquista incluso, las mujeres han sido fundamentales. Por un lado para la defensa y cuidado de los territorios, pero también para pensar el cuidado de la cultura, de la lengua, de todas las formas de creación y construcción de la vida, y en los últimos años donde las políticas extractivistas vienen arrasando el ambiente, los bosque, los ríos, las lagunas, las montañas… (por que su meta es la máxima ganancia, por eso destruyen) una vez más, las mujeres, defensoras de la vida, cuidadoras de la vida, se han puesto y nos hemos puesto como meta, cuidar y proteger la existencia misma, cuidar las políticas de vida y enfrentar esta destrucción tremenda que las transnacionales vienen realizando sobre nuestros territorios y sobre nuestros cuerpos.

TEXTO EN COLAGE
En la industria del sexo, el mercado manda. Los hombres pagan y los cuerpos obedecen. En el modelo extractivista, el mercado también manda, las empresas multinacionales pagan y los gobiernos obedecen. Cuando la naturaleza se cosifica y adquiere valor de mercado, las complicidades dominantes expropian y explotan la vida misma. Cuando la explotación se naturaliza, las complicidades patriarcales cosifican los cuerpos de las mujeres. La explotación de la naturaleza y el consumo de mujeres ¿son necesariamente una fatalidad inevitable?