NATURALEZA HUMANA – Daiana Melón


El proceso de sojización en la Argentina y en la región



Daiana Melón es integrante el colectivo Tinta Verde, periodismo ambiental. – www.tintaverde.com.ar


Con respecto al proceso de sojización que se dio no sólo en Argentina, sino en lo que las empresas han llamado a La República Unidad de la Soja, en el año 96 la primer soja RR transgénica, la soja resistente al Roundup o al glifosato, ingresó primero en la Argentina, en un proceso sumamente cuestionado por parte de las organizaciones sociales, porque todos los folios que se presentaron para permitir el ingreso a este evento transgénico, la mayor parte fueron aportados por la empresa Monsanto y no fueron contrastados como se debe por los organismos intervinientes. Este fue el punto de partida como para que la soja ingresara en toda la región, porque en el resto de los países de la región el evento no estaba todavía permitido como se debe por los organismos, y empezó a ingresar de manera ilegal a través de Argentina, hasta que se dio la aprobación masiva en el resto de los países de la región. Desde 1996 hemos visto cómo el avance de la soja RR, pero también del modelo agrario industrial, ha ido avanzando y ha ido generando la expulsión masiva de los campesinos, de las campesinas de los campos de la región, y a su vez ha ido permitiendo la concentración masiva de tierras en pocas manos. Lo que se conoce como los pules de siembra, que son empresas que invierten en el campo, específicamente en el evento que sea más redituable. No sólo han generado la expulsión de los campesinos y las campesinas, sino también han generado el acrecentamiento de los niveles de violencia que se da en este tipo de expulsiones. A su vez a lo largo del tiempo se ha hablado mucho de la convivencia o no entre los dos modelos. Desde los movimientos sociales, las organizaciones y las asambleas, planteamos que esta convivencia no es posible, que las fumigaciones no distinguen. Las aplicaciones del avión fumigador no distinguen si cae en el campo sojero o en un campo que intenta apostar por la agroecología. La pluma de las fumigaciones es muy grande. Y lo que cae en el campo lindero es sumamente importante, por lo cual la convivencia se hace imposible. Y además reconociendo que el campo argentino está habitado por personas que desarrollan su vida en estos territorios, a lo largo del tiempo hemos visto el impacto sobre escuelas rurales, sobre las personas que habitan en los campos. A su vez las personas que no habitamos en el campo, estamos consumiendo estos agrotóxicos, y tenemos los agrotóxicos vinculados a este tipo de producciones en la sangre. Hay estudios que determinan que todas las personas tenemos entre dos o tres tipos de agrotóxicos en sangre, esto también es un producto de cómo el modelo agrario industrial, y específicamente la soja, está avanzando en los campos por sobre otras producciones, o sea, por sobre otro tipo de agricultura que busca recuperar saberes ancestrales y que permite el descanso de la tierra, permite la utilización de sus propias semillas para las próximas cosechas, y también produce alimentos y no mercancías como es en el caso de las empresas vinculadas al campo, que ya no son productores agrarios los que producen, sino son grandes empresas, y que justamente no producen alimentos sino que terminan produciendo mercancías.