NATURALEZA HUMANA – Darío Aranda


Desmontes y resistencias en tierras de monocultivos



Darío Aranda es periodista y escritor. Trabaja en distintos medios gráficos y radiales. Es autor del libro Argentina Originaria, genocidios, saqueos y resistencias y Tierra Arrasada. – www.territorios.com.ar


Argentina lamentablemente está entre los primeros 10 países que más deforestan, que más desmontan sus bosques nativos, a nivel mundial. Hay promedios oficiales que dan cuenta de que en la última década se deforestaron a razón aproximada de 32 canchas de fútbol por hora, 32 manzanas o canchas de fútbol de 100 metros han desaparecido por hora en Argentina. Esto se da de manera sostenida y se produce por varios motivos, pero principalmente por el avance de la frontera agropecuaria, con el monocultivo de soja y también el maíz, que han corrido de sus lugares a la ganadería y la ganadería ha avanzado sobre otras zonas, entonces es toda una cadena. Y también por el monocultivo de árboles, pinos y eucaliptus que se da sobre todo en la Mesopotamia. En la zona de Misiones, Corrientes, Entre Ríos son los lugares de referencia en ese sentido. Al desmontar y deforestar también se produce lo que es la conflictividad rural con campesinos, indígenas y la agricultura familiar. Esto impacta de lleno porque por un lado hay familias numerosas que son desterradas de sus lugares de vida, de su cultura, de su historia y van a empobrecer los grandes márgenes de las ciudades, muchas veces, no siempre, pero muchas veces terminan en las villas miserias, en los barrios de emergencia. Y entonces la deforestación tiene un costo, no solo ambiental sino también social. Hay distintos números de movimientos campesinos que hablan que en la última década existen aproximadamente 200.000 familias expulsadas del campo.
La zona del Gran Chaco Argentino, es donde más ha avanzado la frontera agropecuaria y al mismo tiempo, tanto como sea el modelo de agronegocios, por la soja por un lado y el forestal por el otro, que son parte del mismo modelo, responden a los intereses de las grandes empresas transnacionales. Hay algunas que son muy conocidas: Monsanto, Bayer, Singenta, y en el tema forestal está la empresa Alto Paraná que es una gran multinacional, como la Monsanto del tema forestal podríamos decir, inicialmente de capitales chilenos pero hoy ya diversificada y presente en más de 30 países.
Por un lado éste es un panorama bastante desolador, pero también al mismo tiempo hay enormes luchas y resistencias que se dan en todos los territorios campesinos, indígenas, en Santiago del Estero, en Córdoba, en Formosa, en Chaco. Dan resistencia y recuperan sus territorios, se quedan a vivir. Como suelen decir los propios pueblos indígenas, dan la vida por defender ese territorio. Por ejemplo en Misiones, una buena noticia, independientes de Piraí, justamente campesinos cerca de la localidad de El Dorado han logrado expropiarles 600 hectáreas a Alto Paraná. Hace años atrás parecía que iban a desaparecer los campesinos de esa región y hoy en día están, si se quiere, por la ofensiva, recuperando territorios que estaban en manos de estas grandes empresas. Si bien hay un panorama donde gobiernos, empresas y medios de comunicación, muchas veces avanzan con este modelo que llamamos extractivo, al mismo tiempo hay enormes resistencias, hay muchas luchas, mucha dignidad que dan esa batalla y muestran que otra vida es posible.