NATURALEZA HUMANA – Lucas Alonso


Monitoreo de lluvias tóxicas en la región pampeana



Lucas Alonso es licenciado en Química y Tecnología Ambiental, se encuentra realizando una beca doctoral para Conicet en la Universidad de La Plata. Trabaja junto a Damián Marino y en el año 2018 publicaron un trabajo de monitoreo de atrazina y glifosato en agua de lluvia en toda la región pampeana. – www.exactas.unlp.edu.ar/cima


Existen fenómenos de deriva, están reportados, pero siempre se habla de la deriva primaria, que es lo que puede quedar en zonas no específicamente diseñadas para el herbicida a partir de la primera aplicación. Pasa el avión, tira, aplica, y una parte de eso se pierde, no llega a la zona blanco. Bueno, esa es la deriva primaria. Nosotros una de las cosas que queremos ver con este trabajo de investigación, es lo que se llama deriva secundaria, lo que nos interesa es conocer una vez que esto se aplicó, cómo llegó al suelo, si vuelve a regresar a la atmósfera y si puede ser que se empiece a distribuir hacia zonas donde no deberían estar estos plaguicidas porque no se está aplicando ahí. Lo que hicimos fue un trabajo en colaboración en la Provincia de Buenos Aires, en Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, en 7 localidades, y en cada una se trabajó con vecinos que se interesaron en conocer datos ambientales, en seguir generando información. Ya veíamos algunos resabios de sus impactos ambientales, pero siempre generar información permite la elaboración de nuevas herramientas, y el trabajo con estos vecinos permitió que desde el año 2012 hasta el 2014, se puedan tomar alrededor de 112 muestras ambientales en diversas localidades, por ejemplo, en Marcos Juárez en Córdoba, en Ercilla en Santa Fe, en Coronel Suárez en Buenos Aires, en Urdinarrain en Entre Ríos, todos los sitios en mayor o menor medida afectados por la intensificación agropecuaria en la zona, y siempre se trabajó tratando de aplicar en la medida de lo posible, la lógica de sitios urbanos, en el casco urbano de cada localidad, y sitios periurbanos, o sea, más llegando a la frontera con el campo. Se tomaron estas 112 muestras de agua de lluvia, más los suelos asociados y teniendo como dato de referencia para ese entonces, que en Argentina se estaba aplicando alrededor de 10 litros por hectáreas de estos herbicidas. Siempre estaba este mito de que el glifosato toca el suelo y desaparece. Ya había trabajos que demostraban lo contrario. Sabemos que toca el suelo y no desaparece. Medimos otro compuesto más que es el ampa, que es el producto de la degradación microbiana del glifosato. Entonces si uno encuentra ampa, quiere decir que ahí hubo glifosato, es como un vestigio de lo que pudo haber rondado de glifosato. Lo que terminamos encontrando es que de todas estas muestras que analizamos, en un 80%, es decir en casi 90 muestras aproximadamente, se detectó la presencia de atrazina y de glifosato. Y estas 112 muestras son muestras de agua lluvia, es decir que en algún momento el glifosato, la atrazina y también al ampa, en un porcentaje alrededor del 30 % (mucho menos), pero que dice que estos compuestos estaban en el aire, estaban en alguna partícula, por ejemplo, del polvo, y la lluvia los lavó; entonces volvieron a la superficie a través de la lluvia y lo detectamos en todas estas muestras. Lo que terminamos encontrando es que estaban en el 80% de las muestras.

Entonces la primera pregunta fue cómo llegan, sobre todo porque el glifosato tiene una característica a diferencia de otros como la atrazina, que no es volátil. Volátil significa que no es, por ejemplo, como el alcohol, que uno al alcohol lo deja y al rato ve que hay menos volumen o va evaporando o incluso siente el olor característico del alcohol. Bueno, el glifosato no tiene esa particularidad, como es una sal es difícil que se volatilice. Entonces ¿cómo puede ser que llegue al aire? Y lo que muchos estudios reportan y fue lo que terminamos viendo nosotros, es que el glifosato suele estar muy asociado a lo que son las partículas del suelo. Esa afirmación de que toca el suelo y desaparece, que desaparezca no significa que desaparezca, que se degradó, que desapareció por la luz o porque un micro-organismo se lo comió y desapareció. No, la partícula de polvo está, recibió el glifosato de la aplicación y esa partícula de polvo quedó ahí en el suelo, cuando vino un viento y ese viento empuja esa partícula de polvo, ese polvo que tiene cargado glifosato se empieza a mover por el aire. Según cómo son las condiciones climáticas, esa partícula viaja hasta que en algún momento se encuentra con la lluvia que la lava y la vuelve a traer a la superficie. Eso es en parte la fuente primaria de glifosato en las muestras de lluvia. Además de la deriva primaria, de esto que pase el avión y fumigue, cuando llueve, generalmente no fumigan, entonces ¿cómo se explica que en la lluvia estén? La explicación es lo que se llama “deriva secundaria”, que son los plaguicidas pegados o absorbidos a las partículas. Y este polvo que hablamos no es algo que solamente está en el campo, es el mismo polvo que cuando uno pasa el trapo por una mesa porque dejaste la ventana abierta, se te llenó de polvo, ese mismo polvo es el que viene del aire, que puede provenir de cualquier suelo, por ejemplo el suelo del campo. Entonces estamos hablando de que no sólo cuando toca el suelo no desaparece, sino que encima se traslada a distancias que son mucho más que el campo o los alrededores o los 10 metros de fumigación como proponen algunas leyes. No sólo la deriva primaria está afectando sino que la deriva secundaria es un factor muy importante de traslocación, de movimiento de estos plaguicidas hacia ecosistemas que no son los que tienen que recibir esos plaguicidas. Asociado a esto, encontramos que las concentraciones promedio en Estados Unidos, son menores que las concentraciones promedio que nosotros encontramos acá. Y cuando uno compara pensás, cómo puede ser esta diferencia tan grande. Y ahí mirando los trabajos que reportan en Estados Unidos se aplicaban hasta 2, 3 litros por hectárea. Y acá habíamos dicho que estabamos aplicando 10 litros. Lo cual claramente se está viendo reflejado en lo que uno después encuentra en la lluvia. Lo primero que encontramos y creo que es uno de los resultados más relevantes es que en la misma ciudad de La Plata que nosotros consideramos un sitio en el cual no se está aplicando, había concentraciones detectables. Cuando nos pusimos a investigar un poco más, encontramos que hay trabajos que muestran la presencia de estos compuestos en la Antártida. Si llegan a la Antártida, llegan a través de los movimientos atmosféricos; entonces si llegan a un lugar tan distante, ¿cómo no van a llegar a nosotros que estamos a kilómetros nomás de un núcleo agrícola extensivo tan fuerte? También en este trabajo se incluyeron sitios donde había escuelas rurales, por ejemplo en Coronel Suárez este trabajo lo llevó adelante Manuel Garrido que era en su momento Secretario de Ambiente en Coronel Suárez, muy comprometido con el trabajo, y en esos sitios también se detectaban herbicidas. Entonces lo que terminamos viendo nosotros a partir de estas estimaciones es que alrededor de un 7% u 8% de lo que se comercializa, de glifosato por ejemplo, vuelve a caer anualmente a través de la lluvia.