NATURALEZA HUMANA – Luis Lafferriere


Lo que representa el dólar y lo que implica el consumismo



Luis Laferriere es docente universitario de economía, coordina el programa de extensión de la cátedra “Por una nueva economía humana y sustentable”, trabajando hacia la comunidad y con organizaciones sociales. – www.porunanuevaeconomia.com.ar


El tema del dólar es preocupante porque es la moneda que se usa internacionalmente, y en Argentina es la moneda que posibilita a aquellos que concentran la riqueza dentro del país, que producen en pesos argentinos, posibilita que se lleven esa riqueza al exterior, y la única forma de llevársela es en dólares. Por eso, es que es tan importante, porque además en un país tan dependiente y vulnerable como el nuestro, el valor del dólar incide sobre el valor de casi todos los bienes y servicios que consumimos. De manera que cuando aumenta el valor del dólar, eso se traslada al conjunto de la economía y genera inflación. Es un proceso que se ha venido desarrollando durante décadas acá. El tema es que la única forma que tiene el país de conseguir dólares es exportando, la única forma genuina. Entonces las exportaciones que hace la Argentina tiene que alcanzar para generar dólares, para las importaciones, para el turismo que se va al exterior, para que las empresas extranjeras que son las que más ganan en el país se lleven la ganancia afuera, para que los especuladores que ganan en el sistema financiero se lleven la ganancia afuera, para que los que más ganan, argentino o grupo económico, también se lleven la ganancia afuera. Entonces los dólares son una moneda clave pero que no alcanza para cubrir todo esto. Y como no alcanza hay una gran demanda que supera la posibilidad de oferta en el mercado y eso hace subir los precios. ¿Cuál es el problema? Que el gobierno para garantizar que los especuladores, los capitales extranjeros, la usura internacional, se lleven la riqueza al exterior, se endeuda. Trae dólares, pero se endeuda. De manera que con ese endeudamiento, los especuladores se pueden llevar la plata afuera, pero esa deuda después tiene que pagarla el pueblo argentino. ¿Cómo? con inflación, con ajustes del Estado en los gastos públicos, de jubilaciones, etc. Es el problema que estamos viviendo hoy. En lugar de reservar los dólares para usarlos en aquello que es necesario, para la sociedad y para el país, los dólares se entregan a los especuladores que se los llevan. Como no alcanzan, hay más endeudamiento. Al subir los precios y generar inflación, eso hace que haya caído el salario real, menos consumo, recesión, desempleo y pobreza. Y entonces se multiplica y es un círculo vicioso, en el contexto en que funciona la sociedad argentina, que es una sociedad capitalista, pero dentro del mundo capitalista, dependiente. Nosotros vivimos una etapa histórica realmente bastante mejor que la actual, que se llamaba modelo de industrialización por sustitución de importaciones, hasta mediados de 1970. Después se agredió ese modelo, una larga crisis y se fue gestando a fines de siglo un nuevo modelo, que es lo que se despliega y que caracteriza el siglo XXI en la Argentina, que es un modelo neocolonial, extractivista, depredador, de saqueo y corrupción. Neocolonial en el sentido de que el rumbo del país y las grandes políticas, las estrategias, no las definen los argentinos, sino que la definen las corporaciones y el capital financiero internacional. De manera que ya no tenemos proyecto de país ni de sociedad. Extractivista porque se basa en la sobre explotación de recursos, de los bienes comunes, pero depredador porque no responde ni obedece a las posibilidades de reposición de esos bienes que llevaron a la naturaleza decenas de millones de años para formarse y nosotros lo estamos liquidando en unas pocas décadas. Pero esa depredación no se hace para mejorar las condiciones de vida de la sociedad ni la capacidad productiva de la economía, sino que es para llevarse la riqueza afuera. Por eso es de saqueo. Y de corrupción porque implica una convivencia muy estrecha entre las políticas de los funcionarios que entregan vilmente estas riquezas de nuestro territorio, y las grandes corporaciones que se llevan esa riqueza de una manera, donde se pierde la soberanía y se pierden los intereses del conjunto de la sociedad.

Dentro del contexto del orden social que nos rige, que es el capitalismo, que tiene como característica principal la necesitad de crecer permanentemente, se plantea un crecimiento infinito en el marco de un planeta que es finito y que no puede crecer indefinidamente. Por lo tanto ya no se puede seguir creciendo a este ritmo, porque estamos destruyendo el planeta; pero para que se mantenga ese crecimiento tiene que haber consumo. Es decir, mayor producción, mayor crecimiento, mayor inversión, mayor ganancia; toda esa rueda necesita que aumente el consumo. Dada la magnitud que ha tomado la escala del capitalismo a nivel planetario, necesita que el consumo crezca cada vez más en cantidad y en velocidad, la única manera es generar una cultura del consumismo donde la gente empieza a valorar de que existe si consume, y si tiene. Entonces tiene que comprar, tirar, comprar, tirar. Y no alcanza ni siquiera para ser feliz con comprar, porque si estuviera satisfecho comprando, deja de comprar. Aún en aquellos que pueden comprar, se genera la insatisfacción para que vuelvan a comprar. Hay una filosofía y una cultura de consumir y una cabeza colonizada y un cerebro narcotizado, que lleva a que lo único que te preocupe es por consumir y consumir.