NATURALEZA HUMANA – Maristella Svampa


Modernidad, naturaleza y desarrollo



Maristella Svampa es socióloga y escritora, trabaja desde hace años en temáticas ligadas al extractivismo, movimientos
sociales, y también de alguna manera con cuestiones que tienen que ver con la crisis civilizatoria. – www.maristellasvampa.net


En primer lugar lo que podríamos subrayar es que la base misma de la Modernidad está asociada a una visión de la naturaleza diferente a la de otras épocas. Una visión de la naturaleza en la cual el ser humano aparece como algo exterior, como un ente independiente y autónomo en relación a la misma. Nunca hubo una imagen unívoca en relación a la naturaleza. En realidad ha habido una pluralidad de imágenes de la naturaleza que se han construido culturalmente a lo largo de la historia. Pero la especificidad que se construye de la imagen en la modernidad occidental, es que ésta se pretende universal. La modernidad se funda sobre un parámetro dualista de división y no de interrelacionalidad entre el ser humano y la naturaleza. En función de esta situación, la noción de desarrollo y crecimiento indefinido, aunque es posterior, también está muy asociada a la modernidad. El concepto de Desarrollo, es un concepto fundante, podríamos decir que es un concepto límite del pensamiento latinoamericano, no solo de políticas públicas. Y en América Latina solemos decir que coinciden dos o tres ejes fundamentales en torno a la idea de desarrollo en términos hegemónicos. Por un lado aparece asociado a la idea de crecimiento indefinido, a una visión productivista. Por otro lado, también está asociado a la idea de que América Latina sea un reservorio de recursos naturales y que efectivamente, estos recursos naturales adquieren valoración al compás de los distintos ciclos económicos. Como sucedió con el oro y la plata en el principio de todo con Potosí, pasando por el guano, el caucho y llegando al litio, la soja, minerales, petróleo, etc. Pese a que hay una imagen de América Latina que se ha construido en base al saqueo y la espoliación, la otra cara es precisamente la ilusión desarrollista fundada en la idea de que será posible de alguna manera alcanzar niveles de desarrollo superior, explotando los recursos naturales que requieren países centrales. Entonces, no solo es la visión productivista de crecimiento indefinido, sino la ilusión desarrollista que está vinculada a esta suerte de pensamiento mágico, donde está presente la posibilidad de explotar de manera acelerada los recursos naturales que exige el mundo. Estas son las dos claves de la idea dominante de la modernidad, a la cual hay que sumar el paradigma dualista, con una visión más antropocéntrica en la cual la naturaleza estaría al servicio del ser humano y que está centrada en laprimacía del hombre sobre la naturaleza.