NATURALEZA HUMANA – Sergio Verzeñasi


Sangre con residuos de agrotóxicos



Daniel Verseñassi es bioquímico. Toda su actividad profesional la realizó en el Hospital Público de la ciudad de Paraná. Integrante del Foro Ecologista de Paraná. – www.facebook.com/foroecologista


Desde hace mucho tiempo venimos afligidos observando cómo los distintos trabajos de investigación que se hacen en nuestro país, han puesto en evidencia la presencia de agro-tóxicos en la circulación de nuestra sangre. Nos surgieron preguntas que hasta ahora no nos las habíamos hecho, ni tampoco se la han hecho hasta ahora las autoridades de la salud pública.

Como sé lo que está ocurriendo en el mundo, y lo veo reflejado en nuestra región, ya que buena parte del mundo es golpeada por la presencia de agrotóxicos en el entorno en el que vivimos, en los alimentos que ingerimos, en el agua que bebemos y el aire que respiramos, termina resultando toda una fuente de contaminación en la cual nos movemos cotidianamente. Motivo por el que seguramente cuando se hacen los análisis hoy, se concluya de que casi la totalidad de la población tiene la presencia de venenos en circulación de la sangre, que no se han tenido en cuenta para, por ejemplo, la transfusiones sanguíneas. Cuando se tiene que hacer una transfusión de sangre se toman una serie de medidas protocolizadas alrededor de determinadas presencias que no debe haber en sangre, para poder ser una sangre transfundible. Quien va a aceptar esa donación, no son pacientes cualquieras, son pacientes críticos que necesitan tener el mayor de los cuidados en esa recepción y más en ese acto terapéutico que es la propia donación y la transfusión. Sin embargo, nosotros comenzamos a observar cómo no había una advertencia, después de tanta evidencia y después de tantas demostraciones en el laboratorio de que estábamos todos contaminados con venenos. Cómo no se vió la advertencia de parte de los bancos de sangre, en las áreas de hematología y hemoterapia, alrededor de esta cuestión. Es decir, cómo puede ser que todavía no se haya comprendido como para también hacer comprender la barbarie en la que estamos viviendo, de que se sigan envenenando nuestros entornos, y con ello también nuestros cuerpos. Cómo puede ser que no se hayan hecho esas advertencias, como en primer lugar saber cuál es la sangre que permitirían ser transfundida a pesar del veneno, pero con cierto nivel. Con lo cual, ya el sólo hecho de enunciarlo de esta manera es una denuncia en sí misma, acerca de este modelo de producción agrícola con tantos venenos que llegan de semejante manera a nuestros cuerpos.

Pero a renglón seguido de esta advertencia, debemos ponernos a trabajar sobre un protocolo que establezca ciertas limitaciones, para poder marchar hacia un momento diferente al actual, en el cual la sangre de nuestros cuerpos comience a ser nuevamente la sangre que era antes de esta invasión de moléculas tóxicas que tenemos en nuestro entorno.